Ejercicios de Terapia. Etapa preescolar 2

En el artículo anterior, los ejercicios realizados tratan de mejorar la coordinación corporal, algo mucho más importante de lo que se piensa en el tratamiento de estrabismos. En las siguientes líneas, las actividades estarán centradas en los ojos, y como estos, dirigen los movimientos.

EJERCICIOS OCULARES MAS ESPECÍFICOS.

ETAPA MONOCULAR

  1. Ejercicios de desarrollo de trayectoria ocular. –

Hay que centrarse en:

Si hacemos seguimientos, en como ejecuta el ojo los movimientos, si son precisos, si se retrasan, o si hay saltos. En prácticas de precisión, si hay fallo, cambiamos la posición y comenzamos, no es conveniente tantear. Podemos anotar las apreciaciones y compararlas en el tiempo. A estas edades no es obligatorio corregir, podemos observar y comentar al especialista.

  • Nos pintamos un pequeño dibujo en uno de nuestros dedos, o podemos utilizar un muñeco pequeño o una linterna de iluminación suave. Hacemos, a diferentes distancias (desde 15 cm a 1,5 m. aproximadamente, con linterna más) movimientos que el niño tendrá que seguir.
  • Creamos un objeto con un agujero, podría ser una cartulina. El niño tendría que acertar con el dedo en el agujero. Jugamos cambiando la posición de la cartulina.
  • Preparamos un par de linternas, y dirigimos su luz hacia la pared. Lo llamamos combate de linternas y se trata de que sigua nuestros movimientos, podemos poner papel de color a las linternas y hacerlo más divertido.
  • Jugamos a variar la trayectoria de una bola de tamaño pequeño, puede ser una canica o ligeramente más grande y que siga sus movimientos.
  • Clavar clavos con martillo o similar (hay un juego muy divertido que se trata de golpear ratones con un martillo de plástico sobre una manta)
  • Hacer un collar con macarrones, cuentas, etc. La idea es que lo hagan sin tantear, repitiendo la acción si no aciertan a la primera (no ser demasiado exigente en un principio). Se aumenta el nivel con agujeros más pequeños.
  • Recoger granos de arroz también puede ser divertido en ocasiones, sobre todo si pintamos antes los granos de diferentes colores y tenemos que seleccionarlos y meterlos en pequeñas cajas con agujeros de diferentes tamaños según el color

Manteniendo la finalidad de estos ejercicios, se pueden idear más, lo importante es la coordinación del ojo en seguimiento de objetos y la de dicho ojo, con respecto a sus manos. Todos ellos se deben realizar, si la práctica se presta a ello, con la mano del ojo destapado y con la contraria.

2- Desarrollo Acomodación / convergencia

  • Trombón. Acercar y alejar un dibujo previamente escogido. La distancia mínima a la que debemos acercar es de aproximadamente un palmo. 
  • Seguir con los ojos objetos cotidianos en movimiento, avión, nube, coche, etc.

3– Juegos de desarrollo de fijación sacádica

  • Toma mi pulgar. – Le enseñamos el dedo con un dibujo para que le guste, pero en lugar de moverlo continuamente, lo paramos para que nos agarre. Tendrá que calcular la distancia para acertar. Sus ojos guían a las manos.
  • Cuatro puntos de colores. –Colocamos 4 círculos de colores sobre una pared, o una puerta a una altura en la cual, los ojos el niño queden más o menos en el centro y le situamos a una distancia prudencial (que modificaremos en función de nuestros intereses). Podemos comenzar creando nosotros una secuencia de colores cualquiera para que cambie su fijación, aunque lo interesante es hacerlo en forma de Z (que es lo que usamos para leer). Si queremos trabajar acomodación, colocamos otro pequeño circulo en su mano; entonces, en cada secuencia terminará diciendo este. En consulta, solemos decirle que dé un pequeño pisotón, a la vez que nombra un color. Para complicarlo podemos usar un metrónomo.

Para terminar el tema, añadiré los ejercicios que ya nombré en el artículo sobre el estrabismo en edad preescolar y que pueden completar el tratamiento. Tener en cuenta que en siempre podemos añadir niveles y cambios de ojo y mano.

  • Colorear, calcar, pintar libros de agua, recortar y dibujos punto a punto son divertidos y muy útiles para estimular la acomodación, los seguimientos, la convergencia y la coordinación ojo mano.
  • Torres con bloques, puzles y dominós especiales niños, son fáciles para motivar al niño.
  • Dibujos en pizarra, circulo y espirales. Estos requieren de una pizarra de tamaño prudencial con lo que no es fácil, pero también se pueden hacer en papel sobre el suelo. La descripción es la siguiente:

Se usan dos tizas o en su defecto un par de rotuladores gruesos.

El paciente está de pie frente a la pizarra, centrado y a una distancia de unos 35 cm. Se inclina hacia delante hasta que su nariz toca la pizarra, se endereza y hace una X en el punto donde su nariz toco la pizarra. Esta X es el punto donde tiene que mirar.

Debe ponerse recto y con el peso repartido entre las dos piernas y con la mirada sobre la X, tiene que dibujar simultáneamente dos círculos del tamaño de una pelota de baloncesto. El sentido de trazado será en direcciones opuestas. Hacer cinco rotaciones completas antes de parar para contemplarlos.

Le preguntamos: ¿Son redondos? ¿tienen el mismo tamaño? ¿están a la misma altura? Cuando se hacen correctamente se invierte el sentido del giro, y posteriormente los dos hacia el mismo lado.

  • Con una pelota y una pared se pueden hacer maravillas: coger la pelota lanzada, esperar a que vote, levantar un pie antes de cogerla, con una mano con las dos, con metrónomo, etc, etc, etc. Ejemplo de niveles:

*Lanzamos y cogemos con la mano que lanzamos

*Recogemos con la contraria

*Damos una palmada y recogemos, repitiendo los anteriores

*Dos palmadas

*Igual, pero con un bote previo a la recogida

*Igual, pero con un giro previo

*Con preguntas, primero automáticas (nombre, edad, etc) y después más complejas.

*En balancín, repetimos todos menos el del giro (si lo haces, puedes ir al circo)

*Con pelotas pequeñas y sentados también podemos jugar a lanzar y recoger.

  • La Pelota de Marsden, es una pequeña pelota con letras y números del tamaño de una de tenis que colgamos del techo y hacemos seguimientos, pero con esta edad es más divertido intentar golpearla con una pequeña bolsa llena de judías, primero sin movimiento y después con él, o también tratar de iluminarla con una linterna. (Dejo un anexo con el ejercicio que realizamos en consulta detallado)

ETAPA BIOCULAR

Después de igualar capacidades de cada ojo, entraríamos en la etapa biocular. Es aquella en la que el niño tiene los dos ojos abiertos, pero solo ve (el objeto) con uno de ellos. Esta etapa es un poco más compleja porque no todos los ejercicios son válidos.

Necesitamos conseguir unas gafa rojo- verde y unas pinturas anaglifas, esto significa que, si dibujamos con el color rojo, solo veremos lo pintando con el ojo que lleva el verde y al revés. De esta forma, podemos hacer dibujos, recortar, etc., sabiendo que estamos trabajando con el ojo que nos interesa, pero teniendo el otro abierto. Esta etapa es importante, por qué su cerebro está acostumbrado a suprimir la imagen que le molesta, lo hace de manera automática. Con estos ejercicios modificamos un comportamiento instaurado.

  • Ejercicios que se pueden hacer con gafa rojo-verde:
    • Colorear, calcar, pintar libros de agua, recortar y dibujos punto a punto.
    • Trombón.
    • Seguir un laberinto. Pintando o bien dibujarlo sobre una bandeja y seguirlo con una bola (solo el dibujo tiene que ser rojo o verde)
    • Seguir un laberinto con luz roja. Sobre una cartulina blanca dibujáis el recorrido en negro (o estrellas, o cualquier otra cosa), por debajo de la cartulina, situáis una lámina de papel transparente rojo. Sujetáis la cartulina y le dais una pequeña linterna al niño que situándola por debajo deberá seguir las líneas. Antes de hacerlo debéis de comprobar que la lámina roja hace que la luz sea anaglifo, cuidado que con luz el al revés, el ojo que lleve el rojo, será el que vea la luz).
    • Se puede trabajar con la pelota de Marsden si esta es roja, pero me parece un poco farragoso. Yo este le descartaría.
  • Taquitoscopio. – Un buen ejercicio para cualquier periodo, pero en este en particular, es usar un taquitoscopio. Se puede hacer manual, y trabajar a distintas distancias con diferentes tamaños. Se dibujan en cartulina, números, flechas o dibujos en grupos con varias cantidades. Le mostramos muy brevemente la cartulina, y el niño debe dibujar lo que ha visto sobre un papel. En este periodo en concreto, llevará gafas rojo-verde con lo que los dibujos del taquitoscopio deben ser rojos o verdes y situar la gafa de forma correcta para trabajar el ojo adecuado (el rojo solo ve el verde y al revés). Se puede aumentar la distancia, o la velocidad, y retrasar el momento de dibujar (trabajamos memoria). También podemos crear distracciones como en el resto de ejercicios.
  • Entrenamiento pasivo. Algo que puede ser extremadamente útil.  Este es aquel en el que estamos trabajando, sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo. El más usado es la lámina rojo-verde para la televisión. A los niños les suele gustar mucho ver dibujos en televisión. Esto nos brinda la oportunidad de usar filtros rojo verde para activar el ojo que normalmente suprime. Colocamos la lámina roja (podría ser la verde) sobre la TV y las gafas R-V puestas. La zona que quede detrás de la lámina solo la verá con uno de los ojos (en este caso también, como con la linterna, la que lleve el rojo), si quiere ver los dibujos deberá activarlo. El problema que yo veo a este ejercicio es que puede anular y ver los dibujos a medias. Para cerciorarnos de que se hace de forma correcta, deberíamos preguntarle por situaciones que solo aparezcan en la zona delimitada por la lámina.
  • Terapia con separador. – Aquí, no se necesitan gafas rojo- verde. Normalmente no llego a usar esta técnica, pero como puede ser útil la dejo también en el anexo.

ETAPA BINOCULAR

Una vez que las capacidades se han adquirido y el niño es capaz de no suprimir incluso con el ojo bueno abierto, es hora de pasar a la siguiente etapa. En ella se instaurará la deseada estereopsis o visión en profundidad, que le ayudará a alcanzar todo su potencial. Al llegar a esta fase, lo normal es que sea capaz de colaborar, con lo que se debe hacer en consulta y bajo el control del optometrista.

Como veis, son ejercicios sencillos que se pueden hacer en casa sin problemas. Son los que siempre se han realizado en consulta y que ahora se han ido marginando por la aplicación de nuevas tecnologías que hacen la terapia más amena, que no mejor.

El próximo reto será intentar hacer video de cada ejercicio.

ANEXO. –

PELOTA DE MARSDEN

Útiles: Pelota blanca con letras negras o rojas.

 Objetivo: Mejorar los movimientos oculares de seguimiento, la visión periférica, la acomodación y la agudeza visual dinámica.

 Posiciones del paciente:                                  

 1. Tumbado boca arriba. Si el paciente es menor de 6 años y mueve mucho la cabeza. La pelota se sitúa encima de su cara a la distancia de su brazo extendido.

2. De pie. Para pacientes de más edad. Colgar la pelota a la altura de su cuello y separarse 1 metro aproximadamente de la pelota

EJERCICIOS

 Pedir al paciente que siga la pelota con los ojos sin mover la cabeza. Mover la pelota siguiendo esta secuencia: 

1. Horizontal de derecha a izquierda.

2. Vertical de lejos a cerca en línea media sin que llegue a tocar la cara del paciente. Movimientos de convergencia.

3. Oblicuo. Hacia un hombro y luego hacia el otro. Movimiento de divergencia.

4. Rotaciones delante de la cara del paciente a derecha y luego a izquierda.

5. Rotaciones alrededor de la cabeza en los dos sentidos.

OBSERVACIONES

Comenzar por un ojo ocluyendo el contrario con un parche. Si con alguno de los ojos hubiera dificultades motoras, insistir más con el ejercicio. Se termina siempre en binocular. Cuando el paciente tiene problemas para seguir la pelota dejarle que se ayude señalando la pelota con su dedo y siguiéndola en el desplazamiento. Para mejorar la acomodación pedirle que lea las letras en la pelota. Cuando exista ambliopía utilizar la pelota con las letras rojas y colocar una gafa rojo-transparente, dejando el ojo ambliope detrás del filtro transparente. Pedirle que lea las letras. El ojo con el filtro rojo no percibe las letras.

Para incrementar la dificultad hacer preguntas al paciente. 

COORDINACIÓN OJO MANO

 Golpear la pelota con una mano o con las dos alternándolas. Golpear la pelota con el bastón de coordinación.

TERAPIA CON SEPARADOR

Se sostiene un separador vertical en la línea media del paciente, entre sus dos ojos. El paciente debe estar sentado frente una mesa, sosteniendo el separador en su sitio.  Se colocan dos muñecos sobre la mesa de tal forma que vea uno con el ojo derecho y el otro con el izquierdo. Se le pide al paciente que las toque alternativamente con sus manos y que simultáneamente las sienta. El objetivo final es que vea los dos muñecos a la vez. Hay que vigilar que no realice la tarea con rápidas fijaciones alternantes de cada ojo.

También se pueden dibujar figuras distintas en cada parte del separador. Por ejemplo, un círculo blanco en un ojo y una línea blanca en el otro. Debe de ser consciente, de que tanto la línea como el círculo están presentes constantemente.

Ejercicios de Terapia. Etapa preescolar 1

Introducción

Comencé este documento a requerimiento de una persona a través del blog, pero cómo es posible que haya otras con las mismas necesidades, he decidido hacer un artículo específico con la intención de que sea un capítulo más de consejosopticos.

He procurado seleccionar los ejercicios que usamos en consulta, ampliarlos y detallarlos para una mejor comprensión.

Me gustaría aclarar, como hago siempre que doy este tipo de documentación, que, sin la supervisión de un profesional, esto no se considera Terapia Visual y los resultados pueden no ser los más adecuados.

EJERCICIOS PARA NIÑOS DE 2-4 AÑOS

Tanto en el caso de ambliopía como en el de estrabismo, en estas edades, trataremos, como prioridad, evitar adaptaciones que podrían dificultar un tratamiento posterior. Sin embargo, aunque no es factible hacer una terapia usual, sí que seremos capaces de hacer ejercicios para asentar las bases de un futuro éxito.

Debemos basar dichas prácticas en la obtención de dos objetivos, por un lado, el desarrollo de la coordinación corporal, y por otro, igualar las capacidades de cada ojo. Por este motivo, la mayoría de los ejercicios, sobre todo al principio, se realizan monocularmente (con un ojo tapado), después biocularmente (dos ojos abiertos, pero lo que nos interesa solo lo percibe uno de ellos), y posteriormente, binocular (ambos ojos).

Antes de nada, es importante saber que todos los ejercicios se pueden incrementar en dificultad, lo que nosotros llamamos niveles, añadiendo distracciones, o condicionantes. Con esta edad los niveles serán muy básicos, pero si es posible introducir un ritmo, un punto de fijación, un tiempo determinado o música.

ORGANIZACIÓN CORPORAL. – (Hay ejercicios que, aunque también se podrían pertenecer este apartado, se suelen incluir en coordinación ojo mano)

Los cuatro primeros son muy similares, y todos están basados en el desarrollo normal del bebe.

  • LA LARTIJA

Colocarse boca abajo y avanzar desplazando los miembros superiores e inferiores, rozándolos contra el suelo, avanzando con el brazo y la pierna del mismo lado. Estirar un brazo hacia delante, mientras el otro se aproxima a la boca, la pierna opuesta al brazo estirado se dobla y la otra se extiende y así sucesivamente. Primero homolateral (brazo y pierna del mismo lado), después en contralateral. Lo que llamamos comúnmente reptar.

  • CULEBRA

Reptación ventral. Estirado boca abajo, con los brazos doblados y con la cabeza y el tronco levantados, asegurar el desplazamiento moviendo únicamente los antebrazos de manera homóloga. Las manos están estiradas y con las palmas mirando hacia el suelo, así como los antebrazos. Tirar con los brazos y las manos hasta desplazar el cuerpo. Las piernas no intervienen en el presente ejercicio. No quitar la vista del punto de mira, situado en la pared a un palmo del suelo. (opcional)

  • GATEO

El gateo de toda la vida, que es muy importante para coordinar las dos partes del cuerpo y de nuestro cerebro. Tal vez sea el ejercicio más determinante de esta tanda, y con mucho, el más utilizado. Como siempre primero homolateral (que suele ser más difícil) y después contralateral. Si lo hace bien muy rápido, incluir distracciones o niveles.

  • GATITO.   

Es prácticamente igual al anterior, pero modificamos las zonas de contacto con el suelo, y metemos el movimiento de la cabeza.

Avanzar andando a gatas apoyando los antebrazos hasta las palmas de las manos y las rodillas. Se utiliza alternativamente el brazo y la pierna del lado opuesto. La cabeza se desplaza del lado hacia donde está la mano movilizada (la mano que se halla más avanzada).

Cambiamos, haciendo lo mismo, pero apoyamos las manos y las rodillas

Igual al anterior, pero apoyamos las manos y los pies.

  • ÁNGELES EN LA NIEVE.

Tendido en el suelo sobre su espalda, con las manos pegadas lateralmente a su cuerpo y los pies juntos. Las manos, brazos piernas y pies, deben permanecer tocando el suelo durante todo el ejercicio.

En un caso de estrabismo podemos comenzar con los ojos cerrados.

1-Arrastrar hacia arriba los brazos, tocando el suelo hacia la cabeza hasta dar una palmada.  Bajarlos de igual forma. Repetirlo de manera rítmica.

2-Extender los pies hasta la posición más amplia y confortable. Volver a la posición inicial, repitiéndolo de manera rítmica.

3- Combinar los movimientos descritos en 1 y 2. Hacer que la máxima extensión de los pies coincida con la palmada en lo alto.

4—Hacerlo con un metrónomo.

  • CAMA ELÁSTICA.

Si tenemos la suerte de poseer una cama elástica, podremos realizar un ejercicio fenomenal para la coordinación corporal, con multitud de posibilidades: salto con una pierna, dar una palmada, coger una pelota, etc.

  • BALANCIN fácil.

Lo llamo fácil porque la superficie de contacto en el suelo, en lugar de poco apoyo (como un pequeño circulo) es una tira de madera, con lo que el equilibrio es sencillo de mantener. La explicación siguiente representa la forma que solemos este aparato en consulta, por lo que, habrá que adaptarlo a las posibilidades del niño.

  1. Solo tiene que subirse con las piernas abiertas alineado con los hombros, el peso repartido entre las dos y mantener el equilibrio.
  2. A cada sonido de metrónomo, tiene que golpear a cada lado del balancín.
  3. Mientras mantiene el equilibrio debe de seguir un puntero realizando suaves movimientos en todas direcciones.
  4. Mientras mantiene el equilibrio debe de seguir con el ojo abierto la pelota de Marsden (pelota colgada sobre el techo)
  • RAIL DE EQUILIBRIO

En primer lugar, se pinta una línea recta de 3m aproximadamente, o bien una cuerda fina, hacemos todos los pasos enumerados. Una vez superados, pasaremos a raíl (barra de madera con una parte más ancha y otra más estrecha, se suele usar sobre una base para evitar movimientos y la sala necesita de espacio para evitar accidentes).

El paciente debe ir descalzo o con calcetines.

  1. Colocar un pie delante del otro, de tal manera que el talón de uno toque el dedo gordo del otro. Cuando se llegue el final no hay que girar, se anda hacia atrás.
  2. Mientras se camina hay que mirar a un punto de fijación al final del raíl.
  3. Mientras se camina hay que mirar a un punto de fijación a la altura de los ojos al final del raíl
  4. Mirar a un punto de fijación que está en el campo derecho, luego en el izquierdo.
  5. Mirar a una carta de números o letras colocada a la altura de los ojos al final del raíl. Leer los símbolos de izquierda a derecha mientras se camina hacia delante y de derecha a izquierda mientras camina hacia atrás.
  6. Balancear la pierna fuera en un movimiento lo más lejos del raíl antes de colocarlo de nuevo en el mismo
  7. Repetir los procedimientos anteriores con un peso en una mano.
  8. Repetir los procedimientos anteriores usando la cara de 5 cm del raíl
  • SALTAR A LA COMBA.

Dentro de las posibilidades de su edad, hacer pequeños saltos balanceando una cuerda de un lado a otro, bien atada a un pomo de una puerta, o con la ayuda de dos personas.

Queda pendiente la inclusión de dibujos o imágenes

LENTES DE CONTACTO

En este artículo voy a comentar algunas generalidades sobre lentillas. Esta rama de la óptica ha perdido bastante de la profesionalidad que caracterizaban las antiguas adaptaciones. La facilidad y la limitación de parámetros de las desechables ha simplificado mucho el tema.

Lente de contacto blanda

Su uso, en este momento es muy habitual, al igual que los excesos, el escaso cuidado, y la ignorancia en casi todo lo concerniente a las lentes de contacto. Por todo ello, he decidido dar una serie conceptos básicos para aquellos usuarios, que quieran seguir siéndolo durante mucho tiempo.

Cuando un cliente se interesa por nuestras lentes, solemos preguntar, además de por las horas de uso, por la calidad de lentes que lleva. Con ello conseguimos tener una referencia y podemos ofrecerle una solución que se ajuste más a sus necesidades. La respuesta suele ser, diaria o mensual; sin más.  Mi primer consejo es, que aunque no es imprescindible saber el radio, o el diámetro, ni el contenido en agua, o la permeabilidad; no estaría de más saber el material, y la marca, al menos.

Una lente de contacto no es una gafa, interfiere directamente con una parte física de nuestro ojo. Debería ser importante para nosotros, saber el tipo de lentillas que portamos.

Aunque existen muchos tipos en el mercado, tales como las semirrígidas o permeables al gas, de geometría inversa u ORTO-K, trimestrales, semestrales, o anuales, e incluso algunas más difíciles de encontrar como las esclerales; lo habitual, es el uso de lentes blandas desechables. 

Y dentro de estas, diarias, o mensuales. Las diferencias entre unas y otras, son fundamentamente de espesor, y capacidad para evitar la superposición de depósitos sobre su superficie. Es evidente que una lente que vas a tirar por la noche, no es preocupante que acumule algo de proteínas.

Una vez colocadas en nuestro ojo, se alojan dentro de la lágrima, más concretamente en la parte acuosa, con lo que una higiene adecuada, y una elección correcta del material, se hacen indispensables.

El principal problema de las lentes de contacto es la mala utilización de las mismas. Excesivas horas de porte, escasa limpieza, y ausencia de revisiones, por desgracia, son un coctel demasiado habitual, y que suele generar un problema de intolerancia. Normalmente comienza como una ligera molestia al final del día, que se va extendiendo a medida que se deteriora la lágrima y el epitelio corneal. Las consecuencias son demasiado diversas para tratarlas en este pequeño artículo, sin embargo, puede desembocar en la imposibilidad del uso de lentillas durante años (a veces, aunque no es habitual, los problemas pueden ser incluso más graves o perseverantes).

A pesar de esto, a mí, personalmente, y siempre que se cumplan las normas básicas de uso, me parece una compensación óptica muy interesante, ya que nos ofrece unas características complementarias a las gafas.

  • Primero. – Al estar tan cerca del ojo, la imagen que obtenemos en retina es prácticamente real. Con una gafa esto no ocurre, en hipermetropías aumenta y en miopías disminuye. Este efecto va a estar influenciado por la cantidad de graduación, pero es apreciable desde 2.00 dp aproximadamente.
  • Segundo. – Obtenemos un mayor campo visual, no estamos limitados por los bordes de la montura, sobre todo si este es de pasta. Aunque, por desgracia, a esta capacidad no se le dé (en mi opinión) la importancia que debiese, tener una amplia visión periférica, hace que nuestra visión binocular (con los dos ojos a la vez) sea más precisa.
  • Tercero. – Las personas que usan gafas suelen dar la sensación de tener los ojos hundidos. Hay varias teorías, y dependiendo del profesional (óptico u oftalmólogo que opera ametropías) vas a oír cosas diferentes. El óptico te dirá que una gafa no cambia tu anatomía y que la sensación, es consecuencia de que vemos los ojos de la persona, a través de un cristal de miopía de cierta graduación, esto provoca que parezcan más pequeños; el oftalmologo lo contrario. Sin embargo, el menor uso de la visión periférica con las gafas, también puede provocar que los parpados se retraigan ligeramente, acrecentando esa sensación tan característica. Algo que también es posible en personas que al no ver bien,  guiñan los párpados continuamente para mejorar su percepción.
  • Cuarto.- Por regla general, generan una mayor comodidad. Por lo que se convierten en el aliado perfecto para deporte u ocio.

Sin embargo, y como ya he comentado, en la utilización de lentes de contacto como método compensatorio no todo son ventajas. Por consiguiente, mi recomendación es la siguiente:

  • Diarias antes que mensuales. Más higiene, ausencia de líquidos y manipulación. Esto suena muy profesional, pero, sin embargo, el uso de mensuales en España está más afianzado, ya que la relación calidad-precio es superior, además de tener mayor número de parámetros.
  • Elegir la calidad de la lente en función del uso, horas y tipo de trabajo. 
  • Líquidos adecuados: Soluciones únicas o peróxidos al menos. NUNCA SALINAS PARA GUARDARLAS.
  • Hacer revisiones anuales o ante cualquier molestia que su uso pueda ocasionarte.
  • No abusar de ellas de manera habitual.
  • Combinar con gafas, de esta forma aprovechamos las ventajas de cada método y evitamos los inconvenientes.

Para terminar, me gustaría comentar una duda muy común entre los usuarios de lentes de contacto.

¿Cuánto tiempo tengo que estar sin lentillas para graduarme?

Habréis oído de todo, desde tres días, hasta uno, incluso una semana. Esto es lo que se enseñaba en la carrera hace muchos años, desconozco si aún es así. El caso es que mi experiencia y el sentido común me ha enseñado que esto no es del todo correcto en la mayoría de las ocasiones.

Imaginemos que no ves bien con tus lentillas. Acude a tu centro con las lentes. Si no tienes astigmatismo es probable que se pueda determinar tu nueva graduación en el momento, si por el contrario, lo tienes, puede que tengas que volver sin ellas en otra ocasión.

Ahora imagina que quieres cambiar la graduación de tus gafas. En este caso, dependerá de varios factores, como el tipo de lente, las horas de uso y la utilización que vas a hacer de las gafas.  Como habitualmente, se suelen compaginar ambas correcciones, como norma general es suficiente con qué estés sin tus lentes 1 hora aproximadamente.

Es probable que me deje algo en el tintero, por eso espero vuestras dudas, o experiencias. Aun así, espero haber podido aportaros algo sobre este tema.

Anecdotas

 Este es un lugar libre e independiente, sin subvenciones o ayudas (al menos de momento). Intento que sea profesional, y serio, tratando problemas que interesen a la gente. Pero hoy voy a darme un respiro. Hace tiempo que quería hacer un artículo donde pueda plasmar situaciones curiosas o graciosas, antes de que mi memoria se torne confusa e inexacta.

No esperéis un torrente de historias desternillantes. Puede que únicamente sean 5 o 6, pero son auténticas, nadie me las ha contado. Tampoco las voy a adornar para que parezcan mejores. Son lo que son.

Madrid es tan grande, que hay de todo, incluso compañeros con un humor …, digamos…, diferente. Este en concreto, era alto, fuerte, y bastante estirado, parecía que acababa de salir de una licenciatura de Oxford. Siempre trabajaba con traje, y se las daba de saber mucho más que yo, cosa que por otro lado era cierto, ya que hacía menos de un año que había acabado la carrera.

El caso es que una tarde, entró una mujer de unos 45 años en la tienda. No recuerdo con exactitud su aspecto, pero si su expresión de severidad, me recordaba a la señorita Rottenmeier de Heidi. A tenor de su imagen, intenté llevar la venta con tacto y suavidad. Mi compañero, el de “Oxford”, se encontraba absorto en una mesa, haciendo algún trabajo de administración, a escasa distancia nuestra.

  • Ya tengo unas gafas de sol de calidad, ahora lo que busco son otras, pero más tipo batalla. Me dijo

Mi colega, al que yo consideraba desconectado de nuestra conversión, sin levantar los ojos de su tarea, dijo con su potente voz:

  • Pues en el almacén tenemos una con casco y plumas, si le viene bien.

Era evidente que no se había fijado en el aspecto de la clienta. Yo, que estaba frente a ella, sentí como la cara me iba enrojeciendo por momentos. La señora giro la cabeza y le dedicó una mirada de profundo odio, aunque no dijo nada. Mi colega continuaba enfrascado en su trabajo como si nada hubiese pasado, y yo tras una leve vacilación, traté de reconducir la situación lo mejor que pude. Tras unos minutos, la señora salió por la puerta sin comprar nada, e imaginé que con la frasecita rondándole por la cabeza.

Al salir le comenté a mi compañero, tengo que reconocer que entre risas.

  • Así que casco y plumas, eh. Creo que, si llega a tener una espada, tu sí que habrías necesitado esas gafas.

Para ser sincero, estaba muy sorprendido; incluso diría que afectado de que le sentara mal a la mujer. Pero ¿es que no has visto su aspecto?, le decía yo. Pues la verdad es que no. Comentaba. 

Unos meses más tarde, en este mismo centro óptico, ocurrieron dos situaciones, digamos… poco corrientes.

Yo había decidido abandonar el trabajo en pos de una mejor preparación. Durante mis últimos 15 días, mi compañero, con el que al final me llevaba bastante bien, se marchó de vacaciones, y me enviaron a la persona que debía sustituirme, para que fuese acostumbrándome a la rutina de la empresa. Tenía mi edad, unos 26 años e incluso físicamente nos parecíamos, aunque él, más moreno. No sé de dónde venía, ni que experiencia previa tenía, imagino que no mucha, porque era un auténtico desastre. Me cayó fenomenal desde el primer día. Tenía la costumbre de actuar, en vez de preguntar, diría que incluso antes de pensar, y eso, al principio, acarrea problemas.

Recuerdo un día, en el que le deje enseñando a un joven de nuestra edad, el arduo proceso de aprender a poner una lente semirrígida; de las de antes. Esas, que parecía que te habían metido una piedra con mala leche en el ojo.  Aunque fuese incómodo, el proceso en sí, no tenía mucho misterio, por lo que creí conveniente dejarle al mando de la operación. Como no había gente, me permitía acercarme de vez en cuando a supervisar. Parecía todo normal, a pesar de que el chico lagrimeaba en exceso.

A los 5 minutos, sale mi compañero y me dice:

-0ye macho, puedes venir, el tío no para de llorar. A este no le ponemos lentillas ni en una semana.

– Que raro. Dije, y pensé. ¿será hipersensible? Sin embargo, casi al instante tuve un presentimiento.

– ¿qué liquido estas usando?

– El humectante (liquido suave, se usa para mantenimiento), como dijiste.

– ¿De qué color tiene la tapa?

– Rojo

– Joder, ese es el limpiador (vamos, como si fuese un lavavajillas), no me extraña que llore, lo raro es que no berree.

Cambiamos el líquido con mucho disimulo, mientras el pobre cliente decía:

-Uff, ahora mucho mejor. Debía estar haciendo algo mal.

Si tú supieras, pensaba yo.

Mi compañero era una joya, a la par que divertido. Lástima de no estar más tiempo con él, habría tenido muchas más anécdotas que contar. A los pocos días, entró un señor de unos 65 años, con un traje de paño a cuadros, un poco pasado de moda y con aspecto serio, pero sin ningún rasgo o cualidad que le sacara de la monotonía habitual que rodeaba la entrada de clientes de esa zona de Madrid. Venía con la intención de hacer una gafa progresiva. Si no recuero mal, traía receta, pero nosotros siempre la comprobábamos para evitar problemas. Creí conveniente, ya que me quedaban pocos días de estar allí, dejar en manos de mi colega su evaluación visual. Los miré mientras se perdían tras la puerta del fondo que delimitaba la zona de graduación. El local era grande, y el gabinete se encontraba al final, bien aislado acústicamente y a una distancia de unos 15 metros de donde yo estaba.

 Al cabo de unos 5 minutos, comienzé a oír voces, bueno, más que voces eran gritos. No conseguía entender lo que decían, pero deduje que era una fuerte discusión. A pesar de que parecían venir del gabinete, no creía probable que algo así sucediera. Me acerqué con precaución.

Al llegar a la puerta, pude escuchar de manera clara.

  • ¡QUE NO VEO!, ¡ME ESTÁS DEJANDO CIEGO!… ¡PERO QUE ES ESTO!¡AHORA VEO MENOS TODAVÍA! ¡QUE ME ESTAS HACIENDO!

Evidentemente salían del gabinete. Y, ¡ que gritos!. Me asusté, no sabía qué hacer. No albergaba un gran concepto (ópticamente hablando) de mi compañero, pero no le tenía por un asesino en serie, así que me quede en la puerta unos instantes, dudando de cómo proceder. No tuve que esperar mucho. A los pocos instantes sale mi colega con los ojos desorbitados, sudando copiosamente y medio temblando.

  • ¿Pero qué está pasando? Alcancé a decirle.
  • No lo sé, no consigo que vea. ESTA LOCO. Me decía el pobre.

Había salido con la gafa de prueba (ese artilúgio donde los ópticos colocamos las lentes) en la mano derecha y la receta en la izquierda. El caso es que observé una cosa y la otra, y me di cuenta rápido del problema.

-Le estas poniendo MIOPIA (lentes negativas, de color rojo) en vez de HIPERMETROPIA (lentes positivas, de color negro), así es imposible que vea (su graduación era de 4 dp, con lo que le estaba poniendo 8 dp que no tenía). Anda cámbiaselo.

Hizo acopio de todo su valor y volvió a entrar en el infierno que se había convertido el gabinete. A partir de ese momento, no volví a oír ni una mosca. El señor se hizo la gafa como si no hubiese pasado nada, y cuando salió, una vez superado el susto, no reímos con ganas (al menos yo). Fue memorable

Tras dejar el trabajo, hice un master en optometría comportamental, y aumenté mis conocimientos. Viajé bastante dentro de las posibilidades que ofrece mi profesión, y recopilé algunas anécdotas más que merecen ser contadas, como esta otra situación que me sucedió en Benavente.

Era un día de finales de primera, con buena temperatura y el sol atravesando los enormes cristales que delimitaban el escaparate. Recuerdo a un chico joven, de unos 25 años, alto y bastante corpulento. Vestía de manera informal, con zapatillas, vaquero y niqui de manga corta. Venía para realizar una revisión, ya que no acababa de ver bien de lejos. En nuestra tienda, el auto-refractómetro (computadora óptica) se encontraba fuera del gabinete, con lo que era la primera prueba que hacíamos antes de pasar a la graduación en sí. Le comenté que accediera a colocar la cabeza sobre el soporte de la máquina, la cual tiene una mentonera (para la barbilla) y una zona para la frente. Mientras lo hacía, me di la vuelta para recoger la plantilla que usaba como toma de datos. Antes de volverme y por rabillo del ojo. vi como mi compañera pasaba como una exhalación hacia el taller (zona resguardada donde no la podían ver). La seguí con la mirada, extrañado, preguntándome qué la habría hecho salir corriendo de esa forma. Al darme la vuelta, encontré la respuesta ante mis ojos. El joven se encontraba en el auto-refractómetro, sí, pero donde debía tener la barbilla, estaba la frente, con lo que estaba mirando hacia el suelo, aunque lo más sorprendente no era eso, lo extraño, era que había extendido los brazos en su totalidad, y los tenía levantados por encima de su cabeza como si fuese un águila imperial cayendo sobre su presa.

Me quedé anonadado, en silencio y sin poder hablar, ya que, de haberlo hecho, mi voz hubiese sido acompañada de una sonora carcajada. No lo podía controlar. Sali disparado hacía el refugio del taller para recuperarme, pero ver a Arancha, retorciéndose, mientras se apoyaba sobre el picaporte de la puerta, no ayudaba mucho. Recuerdo a la perfección el gran esfuerzo que tuve que realizar para poder salir e indicarle al chico como debía de colocarse con la voz serena. Después, todo fue normal.

También en Benavente, durante el transcurso de otra rutinaria jornada laborar aconteció otro momento único e inolvidable, mientras graduaba a una chica de 16 o 17 años. Tras la graduación, había descubierto una pequeña desviación del ojo (foria), que podría estar detrás de los dolores de cabeza que sufría en ocasiones, con lo que la comenté:

  • Dile a tu padre que entre, quiero explicarle los resultados de esta prueba.
  • No es mi padre, es mi novio. Me espetó.

Tierra trágame y no me sueltes, por favor. Seré bocazas. Nunca más he vuelto a cometer el mismo error, aunque su acompañante tenga el aspecto de la momia de Tutankamón.

En otra ocasión, también en Benavente, pero en otro centro, una pobre mujer, decidió salir de la tienda por un gran espejo lateral en vez de por la puerta. La buena señora quería ir a la farmacia de al lado, y decidió hacerlo por el camino más corto.  Suerte que no iba muy rápido y el golpe fue pequeño.

Nos pasó algo parecido con otro señor, este era bastante mayor, con su boina negra correspondiente. En vez de intentar salir por el espejo, quiso acortar por el escaparte. El problema fue, que este si iba rápido. El fuerte golpe retumbo en toda la tienda, y el pobre hombre retrocedió un par de metros, estando a punto de perder el equilibrio. Aquí no nos reímos, nos asustó tanto el sonido, como la integridad de la persona. Aunque tengo que reconocer, que después de comprobar que se encontraba bien, y evidentemente dejar que se marchara, sí que nos reímos bastante.

En esa misma tienda, una tarde de invierno, nos entra una mujer de unos 59 años con un abrigo largo para graduarse. Era una señora simpática, cliente habitual. Tras pasar por el autorefractómetro,  le digo que entre al gabinete y se siente en el sillón grande. Normalmente accedía yo primero, pero en este caso, tuve que ir a recoger su ficha al mostrador. El gabinete era amplio, y constaba de un sillón bastante grande de graduación, y un taburete pequeño y redondo con ruedas, que solía utilizar yo. El caso es, que cuando estoy volviendo al gabinete, oigo un grito procedente del mismo. Salgo corriendo, alarmado, y al traspasar el umbral de la puerta, la imagen que vi, nunca la olvidaré. Imaginaros un escarabajo cuando lo pones boca arriba, moviendo las patas sin poder darse la vuelta, pues igual. La señora de espaldas con las manos y los pies hacia arriba, moviéndolas compulsivamente, tratándose de dar la vuelta.

  • ¿Pero qué te ha pasado?,
  • Me he caído. Era obvio.

Se había tratado de sentar en el taburete con ruedas. Al llevar abrigo, lo había desplazado y había caído.

  • ¿No te dije que te sentaras en el sillón grande? Le comenté entre risas mientras la levantaba.
  • Yo que sé, me senté en el primero que he visto. Suerte que ella también reía.

Para terminar, os advertiré: Cuidado compañeros ópticos si vais a trabajar a Tenerife (yo lo hice durante casi un año), que no os ocurra esto. Un día, estaba en el gabinete graduando a una señora. Le hago las preguntas previas pertinentes y le coloco el foróptero (ese aparato grande que lleva lentes y sustituye a la antigua gafa de los cristalitos) sobre su rostro. Cuando estoy a punto de comenzar la graduación, aparece una cucaracha enorme (como las de allí, marrones, grandes y capaces de volar, vamos repugnantes) encima del aparato, a 2 cm de la cara de la mujer. Ella no la veía, por suerte, pues miraba por los agujeritos. Apareció de pronto, y no supe cómo. La óptica estaba limpia y la acababan de restaurar. Instintivamente intenté golpear al insecto. No sé si llegué a acertar, creo que no, pero el caso es, que la cucaracha desapareció. Pero, ¿ a dónde fue? Mientras trataba de graduar aparentando tranquilidad, buscaba por todos los lados. En la cabeza de la señora, en su vestido, en el suelo, en los aparatos, en la mesa. Nada. Ni rastro. Terminé la graduación y dejé a la señora con mis compañeras. Me encerré en el gabinete, pero no fui capaz de encontrar la maldita cucaracha.  Espero que no notara nada raro de camino a casa.

Deseo que estas pequeñas historias os hayan entretenido un poco. A mí me ha gustado recordarlas. Un saludo a todos.

 

 

Estrabismo en edad preescolar

INTRODUCCIÓN

Hace unos días, entraron en la tienda unos padres angustiados con una preciosa niña de unos dos años de edad, con el ojo torcido y una receta de oftalmólogo. Me pareció que su único consuelo era que la gafa le solucionara su problema. No era una graduación alta, ni existía una diferencia muy acusada de graduación entre un ojo y otro, con lo que la compensación, por si sola, imagino que no lo solucionase, (ojalá me equivoque).

niña con estrabismo

El ver a niños tan pequeños con un ojo totalmente torcido me angustia, a pesar de saber que se puede tener una vida “normal” con este problema, no puedo evitarlo. No me quiero imaginar lo que deben sentir los padres. El caso es que, me sentí obligado a realizar este artículo, con la única finalidad de ayudar en lo posible a estos niños, en el laborioso trabajo de conseguir la binocularidad.

He leído en muchas páginas web, que el estrabismo no se puede prevenir. No estoy del todo de acuerdo. Hace muchos años, un optometrista americano de gran prestigio, nos comentó que un gran número de estrabismos se producían tras una enfermedad; una gripe, un sarampión, sobre todo si incluía episodios febriles. Nos decía algo así. – “es lógico, pensar que hasta ese momento el cerebro ha estado haciendo un esfuerzo para conseguir que los ojos estén rectos, pero en un momento de debilidad continuado, le es imposible mantener dicho esfuerzo, y normalmente uno de los ojos se desvía. Volver a la situación anterior, una vez que el cerebro es consciente de que ya no tiene que esforzarse, no es fácil”.

Si esto es cierto, y tratándose del doctor Donald J. Getz, no lo dudo. Creo que se pueden prevenir un gran número de casos. Pero ¿cómo?  Es lo que voy a tratar de explicar en las siguientes líneas.

Si tuviese que explicar todo el proceso de la visión y sus alteraciones en el estrabismo, podría escribir 4 o 5 artículos, y no es mi intención. Sin embargo, mencionaré dos conceptos fundamentales para entender la línea de razonamiento.

  • Nuestro cerebro está programado para ver con los dos ojos, si esto no ocurre es porque existe una causa importante que se lo impide, un problema muscular, una catarata o una hipermetropía alta, entre otras causas.
  • Como torcer el ojo no es algo natural, y procesar dos imágenes diferentes es excesivamente complejo, el cerebro se ve forzado a buscar adaptaciones. Cuanto más profundas y complejas sean estas adaptaciones, “mejor” para su funcionabilidad, y peor para nosotros (los profesionales).

¿QUÉ PODEMOS HACER?

La optometría comportamental se caracteriza fundamentalmente, por entender el proceso visual como una capacidad totalmente relacionado con el resto de procesos corporales, y no como un anexo independiente. ¿Qué quiere decir esto? Pues qué, para un optometrista comportamental, una foria vertical (desviación de un ojo, pero normalmente compensada), va a producir alteraciones en otros ámbitos, como puede ser ladear la cabeza, o la modificación de la forma de andar. Y la solución a este problema, en función de cada caso, se puede restringir solo a los ojos, o al tratamiento del resto de alteraciones. Somos un conjunto de interacciones, y los ojos al recibir el 80 % de la información que procesamos (tal vez más), son primordiales.  Esto se hace aún más relevante cuando hablamos de estrabismo.

Aunque no me he dedicado en exclusiva al estrabismo (en una óptica es complicado), es un tema que siempre me ha fascinado y cuando llegaba alguien con este problema me gustaba comentar, preguntar, y si podía, ayudar. Tal vez fuese casualidad, pero en muchos casos los padres me revelaban que sus hijos solían tropezar con facilidad con el marco de las puertas, y no tenían una buena coordinación en general. Solía indagar sobre si sus hijos habían gateado, y en la mayoría de los casos la respuesta era negativa. Os estaréis preguntando, ¿qué tiene que ver eso con los ojos? El proceso de gateo, hace que nuestro cerebro aprenda a coordinar perfectamente las dos partes de nuestro cuerpo (que hasta ese momento se han comportado como entes independientes). Si esto no se produce a su debido tiempo, como un proceso básico de nuestro desarrollo, crearemos una debilidad que puede ser decisiva ante una situación crítica. Es evidente, que, si no tenemos ningún problema, no vamos a desviar un ojo simplemente por no gatear (además estas capacidades se van adquiriendo con el paso del tiempo), pero si existe cierta tendencia, esto puede ser un factor determinante. De hecho, la terapia visual suele comenzar con la coordinación corporal del niño.

Tras conocer esto datos, vuelvo a la pregunta del principio; ¿se puede prevenir el estrabismo? Yo creo, que algunos SI.

  • Primero, crea un ambiente donde el niño realice todas las etapas necesarias de su desarrollo, para la organización corporal.
  • Segundo, descarta graduaciones comprometedoras (a un bebe no se le puede ajustar una graduación perfecta, pero si aproximada), como altas dioptrías, o diferencias significativas entre un ojo y otro.

 A mí esto me parece una prevención, no sé qué opináis vosotros.

Ahora voy a imaginar que el niño tiene estrabismo, le hemos puesto gafas, pero, aun así, continúa desviando un ojo.  Hemos valorado las diferentes opciones y nos hemos decantado por la terapia visual (aunque lo que voy a contar, valdría para el resto de posibilidades). Sin embargo, nos han comentado que nuestro hijo es demasiado pequeño para poder entrar en el programa de terapia. ¿Qué podemos hacer? Dos cosas:

  1. Evitar, dentro de lo posible, las adaptaciones que su cerebro intentará hacer.
  2. Preparar al niño mediante ejercicios en casa, para que la terapia tenga mayores posibilidades de éxito.

Para interferir en una posible adaptación compleja, podemos utilizar la simple oclusión monocular (tapar un ojo), eso sí, de manera alternante. También la oclusión binasal, que consiste en tapar únicamente la parte interior de la gafa de manera oblicua (figura 3), esto provoca que si el ojo no esta alineado, entra en la zona ocluida y no percibe imagen (únicamente la de la borrosidad del oclusor).

fig. 3

Otra opción son los cambios de graduación o prismas verticales, aunque estas técnicas son poco utilizadas. Con esto evitamos, ojos vagos, fijación excéntrica o correspondencia retiniana anómala, adaptaciones que dificultarían el éxito de la posterior terapia.

En cuanto a los ejercicios, hay infinidad de ellos. Para no extenderme en demasía, únicamente nombraré algunos, explicándolos brevemente. Lo que deseo es transmitir la idea, no hacer un programa completo. Si alguien tiene interés en conocerlos en profundidad, únicamente tiene que hacer la petición mediante mail.

Buscamos un organismo coordinado, con lo que podríamos comenzar con (dependerá de las habilidades y edad del niño):

Rodillo, rodar en el suelo para un lado y para otro, (el solo).

Lagartija, sería como reptar, avanzando en la busqueda de un objeto.

Gateo En homo y contralateral, es decir, lo hacemos adelantando misma mano y mismo pie, en un primer momento y después y extremidades de lados opuestos.

Además, tenemos que igualar las capacidades de cada ojo, si queremos que funcionen en perfecta armonía. Comenzamos en monocular (ojo tapado, por cierto, los ejercicios anteriores también con ojo tapado)

Clavar clavos (de juguete), calcar, dibujar, libros de dibujo punto a punto, recortables, hucha para meter monedas, o engarzar cuentas, pueden ser una buena base.

También podemos trabajar con pelotas de diferentes tamaños, haciendo que rueden por el suelo, lanzándolas y recogiéndolas.  Colgar una pelota con cuerda en el techo (tamaño tenis) e intentar golpearla con saquitos de cereales suele divertirles bastante.

Encontrar diferencias, o ejercicios de memoria visual como el de las parejas también son útiles.

 

Cuando las capacidades están igualadas se pasa a biocular, es decir, usa un ojo, pero tiene los dos abiertos, esto se consigue con gafas rojo-verde (aquí, el material debe ser controlado por un profesional, no todas las gafas rojo-verde y sus accesorios son válidos).

Calcos con lápiz rojo y lente roja, películas con filtro rojo en pantalla y gafa con verde en ojo fijador.

Hay muchos más, y si nos los hay, se pueden inventar o modificar. Espero que esto sea de ayuda. Un saludo a todos.

Filtros para pantallas

INTRODUCCION

Si he querido realizar un artículo sobre este tema, es porque ni yo mismo tengo claro la utilidad de los filtros para pantallas que se comercializan en este momento. Y tras la “investigación” que lleva consigo escribirlo, sigo teniendo numerosas dudas. Sin embargo, he podido sacar algunas conclusiones, que no certezas, y paso a exponerlas en las siguientes líneas.

LUZ AZUL

Todos sabemos que la radiación ultravioleta (UVA) puede resultar dañina, siempre que esta sea en altas proporciones y de manera continuada. No obstante, y a pesar de que la concienciación va en aumento, como siempre ocurre en este tipo de problemas que se generan a largo plazo, no se tomarán las medidas oportunas en lo que concierne al uso de pantallas, hasta que aumente significativamente la aparición de degeneración macular, o las cataratas derivadas de su influencia.

Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Qué es lo que ha cambiado de manera radical, en tan corto espacio de tiempo?

bombilla incandescente

Nuestra iluminación. Hemos pasado de la bombilla incandescente, a la luz led de una forma radical (con un ligero descanso en la de bajo consumo). El por qué de este cambio se debe a la intención de disminuir el consumo energético; ya que una bombilla led, es 8 veces más eficiente que la tradicional. Actualmente nos encontramos rodeados de led; acapara comercios, hospitales, aeropuertos, etc… y por supuesto, pantallas de televisiones, tables, móviles y ordenadores.

El problema de este tipo de luz es que produce un componente de espectro azul muy alto en comparación con las bombillas tradicionales de incandescencia o halógenas. Y ya que la energía de la radiación electromagnética, es inversamente proporcional a la longitud de onda, las de onda corta, (ultravioleta) son más peligrosas que el resto, y dentro del espectro visible, los violetas y azules.

luz led

Se ha constatado que este tipo de radiaciones de alta energía, produce estrés oxidativo en la retina, concretamente en el epitelio pigmentario y los fotorreceptores (base de la visión). Se producen cambios metabólicos en estas células retinianas, y a partir de cierto umbral de luz, producen la muerte celular. Según los expertos, este es un factor determinante en la aparición, y posterior desarrollo de la degeneración macular.

Nota. – Hay otros autores que defienden que la fototoxicidad es falsa, ya que una catarata (que es un filtro muy fuerte ante todo tipo de luz, incluida la azul) parece no detener la aparición o el progreso de la degeneración macular. Como se puede observar, hay criterios para todos los gustos.

En algo que, si parece haber cierta sintonía, (no completa) es en otra de las alteraciones que produce la utilización de esta luz; los cambios en los ritmos circadianos, que son los que controlan, entre otras cosas, los ciclos de sueño y vigilia. Estas alteraciones producen insomnio, perturbaciones en la esfera emocional, bajo rendimiento, etc. Durante el atardecer, los colores dominantes son los rojizos o anaranjados (ausencia de azules), los ritmos se ajustan y preparan para el descanso, el aporte excesivo de luz azul debido al uso de una pantalla de ordenador led, distorsiona el ciclo normal, alterando la organización biológica natural.

Aclaración. – Nuestro reloj principal se encuentra en el núcleo supraquiasmático, dentro del hipotálamo, y recibe información directa de los ojos, más concretamente de las células ganglionares mediante la melanop

imagen sacada del estudio del filtro CSR

sina. Esta hormona es más reactiva ante la luz azul, teniendo su pico de sensibilidad en 480 nm (cerca de los 450nm donde se produce el de la iluminación de la mayoría de los móviles), y muy poco ante la luz roja.

Tras sopesar estos datos, parece lógico tratar de proteger nuestros ojos de este aumento de radiación nociva.

Pero para protegernos ya tenemos el cristalino, ¿es suficiente?

NO.

Si bien es cierto, que en nuestro ojo tenemos una lente, llamada cristalino, que no es totalmente transparente, y que actúa como un filtro contra la luz azul, no lo es menos, que: primero, no es capaz de bloquear toda la radiación que nos llega, y segundo, que evoluciona cambiando la tonalidad del mismo hacia un tono amarillento (dotándolo de mayor protección) a lo largo de nuestra vida, es decir, que durante nuestros primeros años, apenas bloquea este tipo de luz.

Nila con e-book

Nota. – hay muchos autores que interpretan este cambio como un sistema de protección del ojo para compensar el deterioro retiniano, aunque tengo que confesar que yo no estoy de acuerdo con ello.

En todo caso, es un hecho que, a día de hoy, el uso de aparatos electrónicos se realiza en edades más tempranas, y a unas distancias excesivamente cercanas, lo que aumenta considerablemente el riesgo, y nos alerta de que esta protección se torna insuficiente.

Entonces, ¿Qué podemos hacer?

La mejor opción que se nos presenta es el uso de filtros. Pero hay tantos, que es un verdadero quebradero de cabeza. Vamos por partes:

Según la información anterior, dicho filtro debería poseer un tono amarillo, porque si a la luz blanca, le quitamos la gama de los azules, obtenemos el amarillo. Parece lógico entonces, y si bien es cierto, que se supone que es el filtro más completo, tiene un buen número de detractores, ya que además del componente estético, la información lumínica dentro del espectro de los azules y violetas se ve afectada. Sin embargo, no se ha demostrado que esta pérdida, provoque una peor calidad de visión, simplemente diferente.

Si nos dejamos influenciar por los distintos estudios, no llegaríamos a ninguna conclusión, pues como ya comenté con anterioridad,  si aparece uno que comenta los beneficios producidos por el uso de dichos filtros, a los dos días, aparece otro que argumenta lo contrario, sin embargo, si utilizamos el sentido común, nos daremos cuenta de que, al igual que nos protegemos cuando vamos a la playa, no estaría de más, hacerlo de la misma forma, al trabajar con pantallas o entornos de iluminación led.

En este momento, en el mercado hay diferentes tipos de filtros, y según la marca te cuentan la película dependiendo de sus intereses.

  • El más completo parece ser el filtro CSR (el normal, ya que existen otros más intensos destinados a un tipo de paciente determinado, con mayor y mejor protección, pero estéticamente muy marcados.) Descubierto por una investigadora española, tiene la particularidad de su tono amarillento, es el más feo estéticamente hablando, pero además de aportar la mayor protección, mejora el contraste y relaja la visión.

Nota. – El equipo de investigación de participó en este descubrimiento, recibió el premio al mejor invento del mundo, otorgado por las naciones unidas en 2009 por su aportación a la salud visual en clave mundial.

  • Filtro azul intenso. (más vendido, sobre todo porque al no ser una patente, es más económico y accesible) Le llamo intenso porque el reflejo que genera es bastante apreciable. Cada laboratorio tiene el suyo y dependiendo del mismo, te comentan que absorben más o menos radiación en distintas frecuencias, pero en realidad son bastante similares. El reflejo puede llegar a ser molesto (sobre todo en exteriores), y parece que, a pesar de proteger menos que el CSR, afecta en mayor medida a los ritmos circadianos.
  • Filtro azul suave. Algunos laboratorios de lentes, han optado por un filtro azulado apenas apreciable, evidentemente protege menos que los anteriores, pero pasa desapercibido y apenas afecta a nuestros ritmos biológicos.

Nota. – Afectación de los ritmos circadianos. En este aspecto, al colocar un filtro de alta absorción de azules en una gafa de uso continuo creamos un problema. Estos filtros no varían del día a la noche, con lo que mientras paseamos por la calle, también impiden la llegada de la luz azul beneficiosa a nuestros ojos, afectando al reloj biológico. Es por esto motivo, por el que mi recomendación es su uso en interiores, y sobre todo con pantallas led.

CONSEJO PERSONAL.

Yo he usado los tres, y personalmente prefiero el CSR en el ordenador y el azul suave para el resto (si fuese necesario), ya que el azul intenso en exteriores me produce unos reflejos bastante molestos, además de ensuciarse con mayor facilidad y afectar como ya he comentado a los ritmos circadianos.

movil y ordenador

Por último, recomendar una serie de hábitos saludables cuando realicemos tareas frente una pantalla:

 La regla del 20/20/20. Cada 20 minutos mirar 20 segundos a una distancia de 20 pies (más de 6 metros), con ello desestresamos nuestro sistema visual y mejoramos la hidratación ocular mediante el parpadeo.

Otra regla es no mirar pantallas en situación de oscuridad, algo demasiado común en niños. En estos ambientes, la pupila se dilata y permite un mayor paso de luz nociva.

En este artículo he contado con la inestimable colaboración de Álvaro Boix, representante de lentes oftálmicas, siempre preocupado por mejorar en el conocimiento de su trabajo.