Cómo elegir una gafa de sol

ELECCION DE UNA GAFA DE SOL

Ante la proliferación de marcas de gafa de sol de calidad “dudosa”, y, sobre todo, ante la idea generalizada de que todas las gafas polarizadas son “buenas”, me veo obligado moralmente a realizar este artículo.

Para definir la calidad de una gafa de sol, se suelen manejar una serie de factores, algunos más relevantes que otros, como son la protección frente a rayos ultravioleta o infrarrojos, la calidad óptica de la lente, la tonalidad o color, el tipo de polarización, la resistencia a los golpes y al arañado, o la durabilidad.

PROTECCIÓN

RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

Los rayos ultravioletas, si bien pueden ser beneficiosos para la salud de forma moderada, en dosis elevadas, podrían llegar a ser muy nocivos. Cuando nuestros ojos están expuestos a altos niveles de radiación UVA, necesitamos una protección adecuada para prevenir conjuntivitis, queratitis, cataratas, degeneración macular o quemaduras retinianas.

RADIACIÓN INFRARROJA

Aunque esta no es igual de dañina que la ultravioleta, (salvo en casos de exposición continua) en lo que concierne a nuestros ojos, no está demás, tener gafas que sean capaces de cortar este tipo de radiaciones.

Filtros gafa de sol en función de la absorcion

En este cuadro, quedan explicados los tipos de filtro según la absorción de luz, y el uso adecuado de los mismos. Para completarlo, voy a añadir los cristales degradados y los espejados, que no se pueden catalogar con exactitud dentro de ningún tipo. Los primeros, ofrecen una menor protección en general (entre 2 y 3), pero son más cómodos de portar, y la zona de máxima absorción, está en la parte superior de la lente, que es donde habitualmente el sol incide con mayor fuerza; mientras que los espejados y semi espejados, aumentan la eficacia del filtro que lleven detrás del espejo.

 

CALIDAD OPTICA DE LAS LENTES

            La calidad óptica de las lentes es, posiblemente, la característica que menos se suele tener en cuenta, tanto por los fabricantes, como por los compradores. Cuando adquirimos una gafa de sol, solemos dar por hecho, que, si vemos bien, será que la tienen, y este axioma, no siempre se cumple.

La calidad óptica aporta nitidez, evitando que nuestro cerebro tenga que esforzarse en eliminar imágenes parásitas o ligeramente distorsionadas. Si carecen de ella, serán las típicas gafas con las que vemos bien, pero al cabo de unas horas conduciendo, o realizando otro tipo de actividad que precise de esfuerzo visual, sentiremos pesadez o incomodidad. 

¿Es una característica imprescindible? Pues no, es obvio que lo más importante en una gafa de sol es la protección, pero después, y sobre todo antes que la polarización, estaría esta.

 

COLORES

Llevar nuestros cristales de un color u otro, no hace que estemos más protegidos, sin embargo, puede ser la diferencia entre estar cómodos, o no. A continuación os dejo unas recomendaciones realizadas por el colegio nacional de ópticos-optometristas, en función de las actividades a realizar, y de otra serie de características, como el tipo de iluminación. Sin embargo, hay personas que tendrán preferencia por un color, independientemente de la actividad que realicen.

      Gris. – No altera la percepción de los colores, buenos para ambientes con iluminación irregular, y útil en la conducción

      Amarillo. – Mayor contraste, mayor profundidad de campo, conducción al atardecer, conducción con niebla, deportes de movimientos rápidos, patologías de retina.

      Marrón. – Ligera alteración de los colores, aumento de contraste, deportes al aire libre, afectados de cataratas, operados cirugía refractiva.

      Verde. – Distorsión de los colores, deportes náuticos, deportes de invierno.

 

POLARIZADAS

Paisaje con y sin polarizado

Los cristales polarizados, aprovechan la naturaleza de ondas de la luz, para crear un sistema que consigue eliminar los deslumbramientos y mejorar la visión del color.

Curiosidad. – Coloca dos lentes polarizadas juntas, cierra un ojo y mira con el otro a través de ellas cualquier imagen. Gira una de las lentes, manteniendo la otra fija y comprobarás que la imagen se va oscureciendo hasta casi desaparecer. Es una forma sencilla, de comprobar si tus gafas son polarizadas.

 

¿SON TODAS LAS GAFAS POLARIZADAS IGUALES?

Un rotundo NO. Su fabricación es más compleja que la de las tradicionales. Están formadas por varias capas que incluyen un núcleo de polarización y diversos filtros UVA, que le confieren la protección.

Las gafas de baja calidad, llevan este núcleo en la superficie, con lo que se rayan con facilidad, y habitualmente tienen poca protección UVA, además de escasa calidad de imagen.

Las de calidad media, introducen la polarización en forma de sándwich, mejorando tanto la óptica como la polarización.

Por último, están los que se fusionan en la lente, aumentando la calidad total de la lente. Esto encarece el proceso, pero mejora ostensiblemente el resultado.

El tipo y la calidad del material usado en el proceso, también modifican la calidad final.

Como se puede observar, el incremento de precio NO ES UN CAPRICHO.

Una buena gafa de sol es imprescindible

Para terminar, unas recomendaciones fundamentales:

               Que una lente lleve color, no significa que proteja de la radiación nociva, ni que tenga calidad óptica. Es más, una lente oscura dilata la pupila, dejando paso a una mayor cantidad de radiación y causando mayor deterioro visual. Es mejor para tu salud no llevar nada.

No solo se debe valorar la protección, también la calidad de la lente. Un cristal sin calidad óptica puede provocar mareos, visión doble, dolor de cabeza, y sensación de pesadez entre otros síntomas.

En www.opticaprofesional.es, en la sección de gafas de sol, cada marca viene con un cuadro descriptivo de la valoración que hacemos sobre su relación calidad-precio.

 

Presbicia o vista cansada

«La presbicia es un defecto visual que impide una correcta visión de cerca. Está asociado a la edad, ya que suele aparecer en torno a los 45 años. Su causa es el deterioro de las estructuras oculares responsables de enfocar de cerca. Es progresivo, limitado y no implica ningún riesgo para la salud ocular. Puede compensarse mediante gafas o lentillas y últimamente se está intentando solucionar con cirugía”

Poco se puede añadir a esa definición. El signo más significativo, es el hecho de alargar nuestro brazo para identificar detalles que antes leíamos a menos distancia sin dificultad, y los síntomas más comunes asociados son: dolor de cabeza, irritación de ojos, y pesadez.

 

 

SOLUCIONES

Aquí sí se pueden ofrecer diferentes puntos de vista, ya que por mucho que nos cuenten, ninguna solución es perfecta. Esto ocurre hasta tal punto, que lo primero que les digo a mis pacientes es que se olviden de lo que han experimentado hasta ahora (visualmente hablando), porque si esperan, que las soluciones que se aportan en este momento, les hagan ver igual que antes de aparecer la presbicia, nunca estarán satisfechos.

 

  • Valoración de las opciones de compensación, según mi criterio:

Gafas de cerca. Más económicas y con mayor campo visual lateral, solo son efectivas a distancias concretas, con ligeros márgenes. Si se gradúan para 35 cm, podremos ver de manera correcta entre 30 y 40 cm, aproximadamente, (a mayor graduación, menor margen). Es decir, si leemos con ellas, no son ideales para el ordenador (salvo que lo acerquemos), y si las usamos para el ordenador, nos costará leer un libro.

                Otro problema añadido, es el mal uso que se acaba dando a este tipo de gafas, usándolas para distancias más lejanas de las que han sido pensadas, lo que provoca un aumento más rápido de la presbicia, e incluso hay casos, donde se ha producido una pérdida visual en lejos.

Progresivos. Un cristal progresivo, debería ofrecer la comodidad de poder ver nítido a todas las distancias. Dicho así, parece la solución ideal, sin embargo, presenta unas complicaciones añadidas:

Visión con progresivo

Existe una limitación de campo visual lateral, más acusado en distancias intermedias y cercanas; el suelo tiende a levantarse o emborronarse mientras andamos; si movemos rápidamente la cabeza, los objetos se mueven dando una sensación de inestabilidad; y por último, las zonas de visión están delimitadas en la lente, es decir, para ver con nitidez objetos próximos, tendremos que mirar por la parte inferior de la gafa, algo que es lo habitual, pero que no siempre nos interesa (ejemplo, mirar un artículo de un supermercado en un estante superior).  Por si esto fuera poco, los cristales progresivos de mejor calidad, aquellos donde podemos personalizar todos los parámetros reduciendo bastante estas desventajas, tienen un precio relativamente alto.

Aun así, y si se es capaz de dar con los cristales adecuados para las necesidades visuales de cada persona, (algo que precisa de un buen profesional) son la solución más completa.

Debido a la complejidad de este tema, en próximos artículos me centraré únicamente en este tipo de cristales.

 

Ocupacionales. – Se consideran progresivos también, pero especializados en cortas distancias. Son una excelente alternativa, y yo los recomiendo encarecidamente para la sustitución de la gafa de cerca, o para personas que realicen trabajos de oficina y escritorio. Se pueden utillizar para distancias que van desde 35 cm, hasta 3,0 m (máxima distancia que recomiendo), y el campo de visión lateral, (al menos los nuestros) es muy superior al del progresivo, por muy bueno que sea.

Lentes de contacto.  Mi experiencia me dice que ninguna (y hay muchos tipos) alcanza la visión del progresivo en gafa, y ni se acerca al ocupacional en cerca, sin embargo, hay personas que funcionan muy bien con ellas. Aquí es fundamental estar motivado, ser usuario de lentes de contacto (no imprescindible, pero si recomendable), y no tener una exigencia máxima de visión en todas las distancias. Existen pruebas previas a las que se puede acceder para no tener una mala experiencia.

                Mi opinión es que pueden ser un buen complemento, cuando no queremos depender de una gafa, por ejemplo, en deportes, una cena, unas vacaciones, etc.

Operación. –  Según mi opinión, las operaciones visuales en general, deberían ser la última opción. Dicho esto, teniendo en cuenta todo lo expresado con anterioridad y ante la aparición de una catarata, me parece muy interesante el uso de lentes intraoculares progresivas.  Por eso recomiendo informarse sobre el tema mediante un buen oftalmólogo, antes de tomar una decisión al respecto.

               

Hipermetropía

En la hipermetropía, al contrario que ocurre en la miopía, los objetos lejanos que atraviesan los medios oculares, caen por detrás de la fóvea (zona de máxima visión). Pero en este caso, nuestro ojo sí tiene la capacidad de mover dicho enfoque, al punto correcto. El sistema encargado de realizarlo se llama acomodativo, y es similar al que utilizan las cámaras fotográficas, con la salvedad, de que nosotros tenemos que realizar un esfuerzo muscular, que es directamente proporcional a las dioptrias de ametropía.

Enfoque en la hipermetropia

Pero, ¿se ve mal de lejos o de cerca? En principio de cerca, ya que tendríamos que sumar al esfuerzo de compensar la hipermetropía, el de observar objetos de cerca. Por ejemplo, para ver una imagen a 33 cm, un ojo sin graduación, tendría que aplicar 3 dp. «de esfuerzo”, mientras que un hipermétrope de 1,5dp, tendría que emplear la suma de ambos, 4,5 dp. Por eso suele doler la cabeza, o aparecer sensación de pesadez, ojos rojos, etc.         

EVOLUCIÓN

Nacemos habitualmente con una hipermetropía de 2,5 dp aproximadamente, con el paso de los años, se va produciendo una evolución, (explicado con anterioridad en el artículo de la miopía) hacia el enfoque correcto sin esfuerzo acomodativo. Normalmente, los niños que tras 7 u 8 años siguen siendo hipermétropes, suele ser porque nacieron con más dioptrías de las habituales, aunque no siempre es así.

COMPENSACION

Se pueden escoger diferentes vías, pero según mi experiencia, y atendiendo siempre al proceso evolutivo al que he hecho referencia, lo ideal es «jugar” con la graduación, para obtener el equilibrio adecuado entre rendimiento y desarrollo infantil.

Ejemplo:

Ante una graduación de +3.00dp en un niño de 3 años, podremos actuar de dos formas: o poner dicha graduación en gafa, o bien dejar +2.00dp. Ambas son “correctas”, pero en la primera, tendemos a estructurar dicha graduación, mientras en la segunda contribuimos a la bajada de la misma. (Estamos enviando un mensaje a nuestro cerebro: para ver bien, tienes que esforzarte, si no quieres hacerlo, adáptate).

La teoría está muy bien, pero la práctica es un poco más complicada. Hay muchos factores a tener en cuenta, y en este caso anterior, es probable, que en ambas situaciones la graduación experimente una reducción.

ALGUNOS RIESGOS

En los menores de 7 u 8 años, que aún no han completado su desarrollo ocular, existe el riesgo de que una hipermetropía elevada sin corregir, produzca estrabismo o ambliopía (ojo vago). Muy importante hacer un examen visual en estos casos, ya que ambos problemas, son mucho más complejos de tratar que una simple ametropía.

Cuando la graduación no es elevada, y al igual que ocurre con el astigmatismo, muchos afectados por este problema no llevan ninguna corrección. Nuestro sistema de enfoque, es suficientemente potente para permitirnos una visión aceptable, incluso buena, y aunque en la mayoría de las ocasiones, se producen síntomas, tales como dolor de cabeza, u ojos enrojecidos, no se suelen asociar a un defecto visual.

CONSEJO

            Mi consejo es compensar en la mayoría de las ocasiones, y generalmente mediante gafas, aunque su uso esté limitado a momentos específicos: ordenadores, conducir, televisión, cine, o móvil; en definitiva, siempre que se precise esfuerzo de interpretación visual. Si no se actúa correctamente, normalmente aparecerán síntomas, y si estos síntomas son ignorados, se crearán adaptaciones de diversa índole, como escotomas monoculares en campo binocular, problemas de vergencias o acomodativos.

Como en casos anteriores, no hablo de la cirugía porque no me parece un tratamiento adecuado.

Espero que os haya resultado interesante, y como siempre estaré a vuestra disposición para cualquier duda razonable. Un saludo.

 

 

Astigmatismo

El astigmatismo es uno de los problemas de visión menos comprendidos. Entre que su nombre es complejo, y que no se tiene muy claro cuáles son las consecuencias de padecerlo, la mayoría de mis pacientes se encuentran confusos ante esta ametropía.

  • Es que no se ve bien de lejos, ¿no?, dicen unos
  • No se ve bien de cerca, comentan otros.;

            En este artículo voy a tratar de ofrecer algunas respuestas sobre este tema, unas muy personales y otras totalmente contrastadas. Espero aclarar un poco vuestras dudas.

El astigmatismo es un error refractivo (no una enfermedad), que nos puede afectar en todas las facetas de nuestra vida visual en mayor o menor medida, dependiendo del tipo y la magnitud del mismo.

Pero, ¿Qué circunstancias se tienen que dar para que un ojo se considere astigmático?; y, ¿por qué vemos de manera incorrecta? Para explicarlo de una forma más sencilla, voy a tener que ignorar algunos conceptos; que me perdonen los más exigentes.           

La cornea es un casquete esférico (en realidad es asférico, más plano en la periferia) que “debería” tener la misma potencia en todos sus meridianos (ejes). Esto implica que, al mirar un punto dibujado sobre un papel, tras atravesar la córnea y el resto de medios oculares, en retina se formaría la imagen de ese único punto. Es decir, de un punto, obtenemos un punto. (fig. 1)

 

figura 1                        

 

Pero, ¿Qué ocurriría si dichos meridianos no tuviesen la misma potencia? Por ejemplo, tenemos el horizontal con 45dp, y el vertical de 47dp, y el resto variarán entre dichos valores (el de 15º con 45,45 dp, el de 30º con 46,10 dp, etc.) En este caso, cada uno de ellos creará su propia imagen del punto, que caerá (focalizarán) en sitios diferentes, con lo que al final, de un punto (.), obtendremos una raya (-). (fig. 2)

figura 2

Traducido al cristiano: al leer un texto, las letras en retina no se forman de manera correcta, aparecerán deformadas (más alteradas, cuanto mayor grado de astigmatismo), y será el cerebro el encargado de interpretarlas con mayor o menor acierto.

Esta necesidad de decodificación es la que va a originar la mayoría de los síntomas que provoca esta ametropía, como pueden ser el dolor de cabeza, la irritación de ojos, o el cansancio ocular. Aunque también hay otro tipo de síntomas que han sido asociados al astigmatismo: molestia de la luminosidad, fluctuaciones de visión, mareos, sensación de arenilla, etc.

Curiosamente, en muchas ocasiones, son las ametropías de baja cuantía las que producen más síntomas. Esto es debido a que la imagen que llega al cerebro es de baja calidad, pero interpretable, lo que provoca un esfuerzo continuo, mientras que una imagen demasiado borrosa no invita a la interpretación. En este último caso, simplemente se va mal.

figura 3

Al contrario de lo que sucede con la miopía y la hipermetropía, los esquemas que he podido encontrar en internet, no me parecían muy comprensibles, por eso he creado las animaciones anteriores, pero, aun así, dejo la fig. 3 mucho más estética, aunque difícil de interpretar.

 TIPOS DE ASTIGMATISMO.

Aunque existen diferentes clasificaciones, según hablemos de si es miópico, hipermetrópico o mixto, o bien si es corneal o cristalineano, incluso si es a 180º, 45º o 90º, no me parece relevante para el tratamiento y no voy a profundizar en ello. Sin embargo, sí diré que los más molestos son los oblicuos, y los inversos (45 y 90º).

 

TRATAMIENTO

Mi consejo es que se deben tratar siempre que se produzcan síntomas, o bien, que la visión binocular o acomodativa se encuentre afectada de alguna manera, y esto último, sólo un buen examen optométrico lo puede determinar.

COMPENSACIÓN

Su compensación suele ser más compleja que el resto de ametropías, especialmente con lentes de contacto. Si tenemos astigmatismo, y usamos lentillas o tenemos una receta, nos habremos dado cuenta de que llevan unos números raros similares a estos:

Esf:+1.50           Cil:-1.25            Eje:170º

La Esf., compensa un meridiano, el Cil. y el Eje neutralizarán la diferencia de potencia del otro meridiano. Estos dos últimos, son los responsables de la dificultad en la compensación, ya que cualquier giro en el cristal de la gafa, o en las lentes de contacto (algo bastante común), implicaría un cambio de eje, y una corrección incorrecta.

Si tuviera que aconsejaros, me decantaría por gafa, aunque existen lentes de contacto muy precisas (algunas incluso requieren una topografía de nuestra cornea para su fabricación), capaces de ofrecer una imagen nítida.  En cuanto a la graduación, creo que es mejor ir incrementadola poco a poco, es decir, si se tienen 3 dp, lo ideal sería compensar con 2.00 dp  aproximadamente, para, tras unos meses, alcanzar la real. Esto se debe a que el cerebro de un astígmata, está habituado a interpretar las imagenes distorsionadas que le llegan.  Al aplicar la compensación, modificamos estas imagenes, lo que puede producir una especie de rechazo. Las rectas se ven curvas, el suelo se levanta y aparace sensación de mareo. Mediante esta técnica, mejoraremos las sensaciones.

Existen otras alternativas (para mí no tan efectivas ni “saludables”), como la ORTO-K, aunque mucho más limitada que en el caso de la miopía, podría ser una opción en graduaciones no demasiado altas. En cuanto a la cirugía, pues como siempre, es algo a lo que solo recurriría si no tuviese otra opción, y aún así, me lo pensaría mucho.

Espero que os haya resultado interesante, y estaré a vuestra disposición para cualquier duda razonable. Un saludo.

Terapia Visual

Una de las muchas definiciones que podemos encontrar sería: “La Terapia Visual es un tratamiento optométrico eficaz, basado en el entrenamiento y la reeducación de la visión trabajando desde el desarrollo evolutivo del sistema visual, sus habilidades, la percepción visual y la integración de la visión. Existen multitud de estudios científicos que avalan la eficacia de la Terapia Visual o Rehabilitación Visual como también se le denomina.”

Elementos de terapia visual

Como la mayoría de las definiciones, suena un poco extraño y complejo, aunque en realidad no lo es tanto. Se trata de realizar una secuencia de ejercicios visuales, intentando estimular a nivel cerebral y ocular, a una persona que presenta deficiencias o anomalías en sus habilidades visuales, con el fin de mostrarle cómo mejorar su calidad visual solucionando aquellos problemas susceptibles de tratamiento y haciendo desaparecer o mejorando los síntomas que generan.

 

Se pueden tratar mediante terapia un amplio grupo de problemas visuales, como ambliopías(ojos vagos), determinados estrabismos, problemas binoculares (oculomotores, acomodativos, y vergenciales) o problemas de percepción visual, como único tratamiento o en combinación con prescripción de lentes y/o prismas. En las cirugías de estrabismo, en el caso de ser necesarias, está demostrado que la terapia, antes y después, aumenta los porcentajes de éxito.

  • Ojo vago o Ambliopía. – Es un ojo que no ha sido estimulado de manera correcta, por lo que, una vez eliminada la causa, se debe reproducir el desarrollo que debería haber tenido desde la primera infancia, incorporando posteriormente las etapas adquiridas a la visión con los dos ojos.
  • Miopía. – Uno de los factores que generan la progresión miópica es el “estrés” visual en visión próxima. El esfuerzo continuado que se realiza a esta distancia en nuestros días, supera la idea para la que nuestro organismo fue preparado. La terapia, en este caso, se basa en aumentar las capacidades que entran en juego en la visión próxima, además de intentar enseñar a nuestro ojo a relajar en visión lejana.
  • Problemas de visión binocular. – Son los grandes desconocidos. Muchas personas, de todas las edades, presentan este tipo de problema en mayor o menor medida. Son difíciles de detectar, aunque presenten síntomas como dolores de cabeza, ojos rojos, pesadez, etc. Se producen por descompensación entre las vergencias (alineamiento de los ojos), y la acomodación (enfoque). Una vez detectados suelen recuperarse de forma rápida (2-4 meses) y efectiva.
  • Estrabismo. – El más complejo de todos los tratamientos. Una vez que el cerebro ha decidido girar un ojo, y realizar la adaptación pertinente, el volver al estado “normal” es muy complicado. Los tratamientos en este caso requieren esfuerzo y constancia, se suelen alargar a veces hasta los 2 años, y, además, existen ciertos riesgos que el paciente debe conocer. Aun así, para mí, siguen siendo la mejor alternativa.

 

Aunque estas son las causas donde el entrenamiento visual más se emplea, también es utilizado en otra serie de circunstancias, como los problemas de aprendizaje, o la mejora de capacidades para actividades deportivas de élite (tenistas, pilotos, tiro al plato, etc.)

 

kit terapia visual

El tiempo que necesita cada problema visual, depende en primera instancia de este, aunque para obtener el máximo de eficacia, a la hora de realizar los ejercicios visuales son factores clave, la edad, la motivación y la constancia.

 

La Terapia Visual se puede aplicar a cualquier edad. Está demostrado que la edad por sí misma no es un obstáculo para este tratamiento, si no que depende del problema a tratar y del tiempo que lleve instaurado. Por ello, cuanto antes se detecte un problema y se comience a tratar, más posibilidades de éxito tendremos y en menor tiempo.

 

“No nacemos viendo, si no con la capacidad de ver”

 

Aunque no es el mejor modo de realizar la terapia, ya que se ha demostrado que el éxito de la misma requiere de la supervisión de un profesional, sobre en todo en casos complicados, en próximas entradas voy a explicar ejercicios sencillos de terapia visual para que aquellos que no dispongan de los recursos necesarios, o para los que quieran conocer un poco más en profundidad, esta gran alternativa a los problemas visuales.

 

Miopía. Definición, origen y control.

¿QUÉ ES LA MIOPÍA?

          Se dice que existe miopía cuando la imagen generada por los objetos lejanos (es decir más de 6 metros) que atraviesan los medios transparentes del ojo, cae por delante de la fóvea, que es el lugar donde nuestra retina tiene la máxima resolución visual. La consecuencia es que los objetos lejanos se ven borrosos.

Enfoque ojo normal y ojo miope

Los miopes, salvo en grado muy elevado, ven bien de cerca, pero mal los objetos lejanos, soliendo guiñar los ojos para mejorar el enfoque.

Algo que siempre me ha sorprendido de la mayoría de mis pacientes, es la falta de curiosidad sobre el origen de su problema. Daban la impresión de equiparar la miopía, al tener un color u otro de ojos; como si fuese algo que no pudiesen controlar, y solo les quedara asumirlo y desear que la graduación no se incrementase en exceso.

Me gustaría conseguir desterrar esta idea para siempre, y para conseguirlo, lo primero que nos debemos preguntar es ¿por qué?; ¿Cuál es el origen de esta ametropía?

Hace ya bastantes años que se conoce cuál es el motivo fundamental que lo produce, de hecho, mi trabajo sobre fin de máster versaba sobre este mismo tema. Sin embargo, no sé muy bien por qué motivo, a día de hoy, no creo que se trate adecuadamente.

Hay numerosos estudios al respecto, y todos aseguran que son la suma de una serie de circunstancias las que van a provocar la aparición y desarrollo de la miopía. La genética, la alimentación, o la salud, son algunas de ellas, sin embargo, hay uno que ha ido adquiriendo cada día mayor relevancia:

EL USO HABITUAL QUE HACEMOS DE NUESTROS OJOS.


           No es fácil explicar este tema en un artículo; hay libros enteros dedicados exclusivamente a la miopía. En las próximas líneas haré un intento, muy resumido, para explicar el proceso por el cual un niño se hace miope.

Los niños, en los primeros años de vida, suelen ser hipermétropes, es decir, enfocan por detrás de la retina; y utilizan la musculatura ocular interna, en este caso la acomodación, para llevar dicho enfoque a la zona de máxima agudeza (esto solo se consigue mediante un esfuerzo, pequeño o grande en función de la graduación, pero fundamental para este proceso). Durante toda su infancia, a través de los ojos, el cerebro del niño va recibiendo millones de estímulos visuales de diferentes tipos y a distintas distancias. Esta información es utilizada para procesar y dirigir un crecimiento ocular acorde con los mismos, es decir, mientras el ojo va creciendo, la hipermetropía va bajando hasta alcanzar enfocar en el lugar adecuado (fóvea) sin esfuerzo. A este proceso se le denomina EMETROPIZACIÓN.

 

Siguiendo el mismo razonamiento, si durante este trayecto, los estímulos visuales se centran especialmente en distancias próximas (tablets, lectura, televisión, ordenador, móviles, etc), el ojo continuará adecuándose a las nuevas exigencias. Se hará aún más grande, las imágenes cercanas caerán en fóvea (cero esfuerzo, visión nítida), en detrimento de las lejanas, que lo harán por delante de la misma (y se verán borrosas). A este ojo se le considerará MIOPE. Esta «desviación» no es una enfermedad, sencillamente es una adaptación al medio.

bebe con tablet

Con esta técnica, nuestros ojos consiguen mayor eficacia en la distancia más usada habitualmente. No todo el mundo se adapta de la misma manera, porque influyen otros factores como ya he comentado antes, y porque unos niños nacen con 2.0 dp., y otros con 4.00 dp., pero básicamente, este es el proceso.

Entonces, si conocemos el proceso, ¿podremos hacer algo? Es evidente que sí. Podemos “controlar” los estímulos que reciben nuestros hijos para evitar un exceso de visión en cerca. Podemos controlar las distancias, y posturas. Podemos fomentar la buena alimentación y el ejercicio en espacios abiertos. Y podemos llevar la compensación adecuada en cada caso, o hacer terapia visual si fuese necesario.

Elementos de terapia visual

Hay que comenzar a ver esta ametropía como una adaptación al medio y no como un “defecto”.  Si bien es cierto que nos dificulta la visión de lejos, no lo es menos, que nos facilita enormemente el uso de nuestros ojos en visión próxima. Ahora bien, una subida incontrolada de la misma, sí es un problema. Si se produce un agrandamiento excesivo del globo ocular, nuestra retina quedará más fina y desprotegida ante posibles desgarros y hemorragias.

Nota. – Si tienes 8.0 dp de miopía, y te operas, tu retina sigue igual de débil que si no te operas. Lo comento porque hay una nueva tendencia muy preocupante que argumenta:

  • No me importa que me suba, luego me opero y ya está.

TRATAMIENTOS

Otro tema escabroso. Si digo que no es necesario llevar gafas, ni lentillas me corren a gorrazos. Pero en parte es verdad, si cumpliésemos unas normas de higiene visual y mantuviésemos una distancia adecuada (unos 40 cm) en visión próxima, no usando gafas, las dioptrías miópicas rondarían las -3.00 dp como máximo; el problema, claro, es que podemos estamparnos contra una farola. Por lo tanto, lo lógico es usar algún tipo de corrección.

Mi recomendación: lentillas especiales para detener la progresión miópica (hasta los 17 años funcionan mejor), y gafa adecuada para actividades de cerca o lejos. Tanto las lentillas como las gafas aportan cosas diferentes (las lentillas mejoran la visión periférica,ofrecen una imagen real, y evitan el aspecto estético del «hundimiento» o efecto reductor ocular) y la combinación de ambas puede ayudarte en un futuro. Si a esto añadimos normas de H. Visual y terapia, sería perfecto.

Si esto os parece poco, os diré que existen más tratamientos, que aunque minoritarios, hay profesionales que los utilizan, como son acomotrack (nos ayuda a relajar la acomodación mediante pitidos),prismas de joked (cambian nuestra manera de ver), programas psicológicos,  yoga ocular, etc…

En esta entrada no hablaré de la cirugía, porque no me parece un método adecuado (salvo casos muy específicos). Si alguien quiere, seguro que existen un montón de profesionales encantados de operarle y explicarle las múltiples ventajas que se obtienen de un corte corneal.

Espero que os haya resultado interesante, y estaré a vuestra disposición para cualquier duda razonable. Un saludo.